Minería y fotovoltaica: la experiencia chilena

Minería y fotovoltaica: la experiencia chilena

Algunos se ríen cuando se menciona en la misma frase la industria minera y la sostenibilidad ecológica. No es fácil minimizar el impacto ambiental de una industria que consume grandes cantidades de recursos energéticos y agua para desgarrar grandes cantidades de minerales del suelo y procesarlos con cocteles químicos. Pero en el ámbito de la energía en los últimos años, el potencial de las energías renovables en el contexto de las operaciones mineras, se ha convertido en un tema crucial, particularmente por lo que refiere a la fotovoltaica.

 

Solamente hay que fijarse en la lista de invitados del congreso “Renewables and Mining Summit and Exhibition”, una cumbre y exhibición que tendrá lugar en Santiago, Chile, del 6 hasta 7 de Mayo. Asistirán interlocutores importantes de la minería, la industria eléctrica chilena, agencias gubernamentales y asociaciones de industrias, así como una gran variedad de empresas locales e internacionales del sector de las energías renovables compitiendo por mejorar su posición en el mercado chileno. El Ministro de Energía del país, Máximo Pacheco Matte, que estuvo promoviendo el potencial de las energías renovables en Chile el mes pasado en la conferencia “Berlin Energy Transition Dialogue 2015”, será el encargado de realizar la conferencia magistral.

Entre todo este barullo destaca la importancia económica y política que ha adquirido el tema de energía renovable en la minería. Hace tan solo cinco años, la relación de la minería con la energía renovable era más bien una cuestión de imagen pública que una función de competitividad. Chris Benedetti de Sussex Strategy Group, una consultora de comunicación canadiense, explica en una entrevista con SNL Metals & Mining: “Esto ha cambiado. Como el precio de tecnologías renovables ha disminuido significativamente, las renovables dejan de ser solamente un atributo medioambiental y se transforman en una perspectiva económica inteligente”.

En la mayoría de países, la minería ha contado tradicionalmente con combustibles fósiles convencionales para cubrir sus necesidades energéticas. Ahora muchas minas están luchando para enfrentar las subidas de los precios de combustibles en una época de débiles precios de materia prima y del estrechamiento de márgenes de beneficio. La calidad de la conexión a la red en zonas remotas puede ser baja, los precios de electricidad erráticos y las cadenas logísticas de combustibles para la generación térmica en situ pueden ser costosos. La tecnología fotovoltaica ofrece ventajas concretas, especialmente en lugares donde el precio de la energía es elevado y la radiación solar generosa. La FV, a diferencia de otras fuentes de generación eléctrica, no necesita de largas cadenas de suministro de combustible y el costo por kilovatio de la tecnología sigue bajando, particularmente en las instalaciones de gran escala que pueden generar las cantidades de electricidad que demanda una mina. Las plantas fotovoltaicas ofrecen electricidad suplementaria limpia y segura, que hoy en día ya ha llegado a ser una necesidad económica y política, y no solo un tema de imagen pública.

Here comes the sun

El dilema y la oportunidad en Chile

El gobierno chileno siente la presión de asegurar que la demanda eléctrica de su industria estrella será satisfecha. El cobre constituye aproximadamente 60% de las exportaciones del país y el 20% del PIB. Mientras que Chile ha obtenido las recompensas de este sector, la dependencia del país en el sector minero ha creado nuevos desafíos. La minería ya consume el 90% de la electricidad generada en el SING y se pronostica que este consumo se duplique para 2025. Los costes operativos de energía suponen alrededor del 14% del coste de producción y más de un cuarto del coste por unidad de cobre. Comparado con sus contrapartes en Perú, las minas chilenas pagan el doble por energía.

Por suerte, la mayor parte del cobre chileno está perfectamente ubicado para explotar su otra riqueza natural: el sol. El asombroso desierto de Atacama, una larga hilera de terreno duro que recuerda a la superficie de Marte, es el escenario de la mayoría de la actividad minera y también el lugar destino de muchos desarrolladores de proyectos solares. Atacama tiene la mayor radiación solar del mundo, con 275 vatios por metro cuadrado. Junto con el alto precio de electricidad, estas condiciones ideales han dirigido a un estado de paridad de generación para proyectos FV de gran escala y la paridad de red para clientes residenciales en el Sistema Interconectado del Norte.

Esto, entre otros factores, ha hecho que el mercado FV chileno se haya disparado. A finales de 2013 se habían instalado un total de 4 megavatios. Casi 400 megavatios fueron instalados para finales de 2014. Además 873 megavatios están bajo desarrollo y 8 gigavatios de proyectos ya están aprobados. Han habido colaboraciones notables entre proyectos, por ejemplo, el desarrollador norteamericano FV, SunEdison, y la minera chilena, CAP Group, inauguraron la planta “Amanecer Solar” de 100 megavatios alrededor de Antofagasta el año pasado. La empresa minera, Collahuasi, y el desarrollador español, SolarPack, han empezado a construir “Pozo Almonte” de 25 megavatios en la región Tarapacá.

 

Valle de la Luna, San Pedro de Atacama, Chile

Valle de la Luna, San Pedro de Atacama, Chile

Desafíos y perspectivas

Bajo condiciones adecuadas, la conexión entre la energía renovable y la minería tiene sentido económicamente, políticamente y ecológicamente. Sin embargo, todavía existen ciertos desafíos en el mercado chileno. Los plazos de desarrollo son largos y los proyectos de energías renovables no son subvencionados por el gobierno. Encontrar la financiación adecuada puede ser complicado, especialmente si no hay ningún contrato de compra de energía disponible. Como explica Mike Garland, el director general de la empresa estadounidense, Pattern Energy, en una entrevista con The Economist, “Hay algunos que están construyendo proyectos y vendiendo la electricidad en el mercado spot, pero es un negocio de alto riesgo y es difícil encontrar financiamiento a largo plazo”.

Cabe señalar que a pesar de las sinergias que existen, las energías renovables no preven la mayoría de las necesidades energéticas de minas en un futuro próximo. La inmensa cantidad de electricidad consumida por una mina y la falta de modos factibles para almacenar electricidad asegura que las renovables jugarán un papel importante. Según Chris Benedetti de Sussex Strategy, las minas son muy vulnerables a oscilaciones en el abastecimiento de electricidad. Con respecto a la energía eólica y solar, Benedetti afirma que “una tasa de penetración de entre el 30% y el 40% es alcanzable, pero es muy difícil utilizar energía renovable y las minas aún tendrán que utilizar gasóleo para el 70% de sus necesidades energéticas”.

Para la industria FV, el caso de Chile, aunque extremo, no es único. El tema de la minería y las energías renovables está empezando a tomar vuelo. El congreso, “Renewables & Mining Summit & Exhibition” está poniéndose activo en varias regiones del globo: Norte y Sud América, África y Europa. Parece que las condiciones en muchos países podrían ser favorables para que las minas tomen los pasos necesarios hacia la sostenibilidad.

 

Artículo de Thomas Schrecker. Traducido por Alba Miró.

Fuentes:

SNL Financial

Global CleanTech Center

The Economist

pv magazine

Eclareon

Photon Info

Mining.com