España tiene la intención de actualizar todo su sistema de energía, lo que costará aproximadamente 100 mil millones de euros. El país ahora está buscando inversores para financiar este paso. Teresa Ribera también tiene un plan claro para ayudar en esta transición, eliminar el impuesto a los paneles solares en las azoteas y apoyar a las comunidades en las áreas mineras afectadas por el próximo cierre de las minas.

GlobalData espera que para 2030, España pueda cubrir el 50% de la energía requerida a través de energía de fuentes renovables – especialmente las no hidroeléctricas, como la fotovoltaica y la eólica.

La ministra para la Transición Ecológica de España apoya la abolición del impuesto para el autoconsumo fotovoltaico y planea perseguir objetivos ambiciosos para aumentar la demanda para la energía renovable.

Con casi 100 GW, el año pasado se registró el mayor crecimiento mundial en sistemas fotovoltaicos recientemente instalados, con una tendencia al alza. Se esperan resultados similares este año también. Para 2022, se estima que el número aumentará a casi el doble.

España comenzará a fabricar células solares de nuevo: en una subasta celebrada a principios de este mes, Bashmor Engineering S.L. adquirió la fábrica de Cel Celis. Esto reavivará la producción en el sitio de León, que se cerró como resultado de la crisis que sacudió al sector solar español en 2012.