Participación de la energía fotovoltaica en el mix eléctrico español

Participación de la energía fotovoltaica en el mix eléctrico español

 

La aportación del sector fotovoltaico al mix eléctrico apenas ha variado en los últimos ejercicios. El crecimiento del sector fotovoltaico en España depende más que nunca de una política europea común en materia de energía.  

La semana pasada Red Eléctrica Española hizo público el “Informe del sistema eléctrico español 2015”  . Según este informe, el año pasado las renovables representaron el 36,9 por ciento del mix de generación de electricidad.

La fotovoltaica en concreto representó el 3,1 por ciento, porcentaje que se repite en el primer semestre de este año, también según datos de Red Eléctrica de España (REE).

Según informa el diario Expansión, a pesar de que en 2015 se registró el primer aumento en el consumo de energía de los últimos seis años (se situó en los 262.931 GWh, un 1,8% más que en 2014), ese crecimiento de la demanda no se cubrió gracias a las fuentes limpias. De hecho, mientras que la eólica, la hidráulica, la solar (térmica y fotovoltaica) y el resto de renovables coparon un 42,5 y 42,8% de la generación eléctrica en 2013 y 2014, respectivamente, el año pasado únicamente lograron alcanzar el 39,6%, la primera caída de este porcentaje desde 2011.

El citado diario alude a que el principal culpable de esta situación fue el desplome de  la producción hidroeléctrica, que descendió un 27,5% respecto a 2014, debido, fundamentalmente, a las escasas precipitaciones.

Por otra parte, el periódico Cinco Días informaba recientemente que, en contra de la tendencia constatada  por la Agencia Internacional de la Energía – crecimiento económico global acompañado de menor contaminación por primera vez en 40 años durante el periodo 2014-2015 – , esto no sucede aún en España. Al contrario, se aprovechó el desplome de los precios del petróleo, en torno a los 50 euros el barril, para incrementar las importaciones (casi 60 millones de toneladas en 2015, el nivel más alto desde 1996), en línea con la aceleración económica.

España está lejos de los objetivos fijados para 2020 por Bruselas: 20% de reducción de emisiones CO2 (respecto a 1990), 20% de energías renovables en la Unión Europea y 20% de mejora de la eficiencia energética. Y no hablemos de las metas de la Comisión Europea para el 2030: un 27% de fuentes limpias, un 36% menos de CO2 y un 27% de eficiencia energética.

A la vista de la situación actual de las renovables en España, donde la inseguridad jurídica y la volatilidad de los precios del petróleo y de la electricidad impiden el acceso a financiación para la construcción de nuevas instalaciones fotovoltaicas, habrá que confiar en que Bruselas regularice el mercado de la energía a nivel europeo para que las inversiones en fotovoltaica regresen a las regiones con mayor recurso solar.