Primera subasta fotovoltaica transfronteriza en Europa

Primera subasta fotovoltaica transfronteriza en Europa

La subasta fotovoltaica transfronteriza en la que han participado empresas de Alemania y Dinamarca ha sido la primera de éste tipo celebrada en Europa. Los resultados obtenidos muestran las debilidades de éste sistema. No obstante, la UE es partidaria de incrementar en el futuro su número.

 

La reforma de la Ley de Energías Renovables aprobada en el año 2014 (EEG 2014) abrió el camino en Alemania a la celebración de subastas destinadas a la adjudicación de proyectos de generación eléctrica renovable.

Las pimeras licitaciones piloto ya mostraron las debilidades de éste sistema: Los pequeños postores no tiene oportunidad de competir con los precios ofertados por los grandes consorcios. Además, los proyectos elegidos arrojan cada vez menos rentabilidad y más dudas sobre su realización.

El Gobierno alemán pretendía a través de las subastas reducir los costes de su política de apoyo a las renovables estimulando la competencia y controlando su crecimiento. A medio-largo plazo debería incrementarse el nivel de competencia abriendo paso a la celebración de subastas trasnacionales con países vecinos.

 

Resultado: Fracaso de los participantes alemanes

En la primera licitación internacional celebrada el pasado noviembre en la que participaron Alemania y Dinamarca se presentaron ofertas para 5 proyectos con un total de 50 MW a un precio medio de 5,38 céntimos por kilovatio/hora. Ello supone casi 2 céntimos menos que los 7,25 a los que se adjudicaron los proyectos de la última subasta celebrada en agosto en Alemania.

Todas los ganadores fueron sociedades danesas que construirán las nuevas instalaciones en suelo de uso agrícola. En este punto salta a la luz una clara desigualdad inicial: La edificación de plantas FV en éste tipo de superficies está excluida en Alemania del esquema de promoción establecido por la EEG desde hace años. En definitiva, condiciones de competencia desiguales ponen en entredicho la utilidad y la justicia del sistema.

 

Fuertas críticas provenientes del sector FV en Alemania

Tras la celebración de la subasta fotovoltaica transfronteriza, Harald Uphoff, representante de la Asociación Alemana de Energías Renovables (BEE), puso de relieve que “no sólo la posibilidad de construir instalaciones FV en suelo agrícola benefició a los competidores daneses, sino también las ventajas fiscales de las que gozan los promotores de éste país en comparación con los alemanes”.  El Sr. Uphoff manifestó que “la UE obliga a los Estados miembros a abrir sectores que no están preparados para competir”.

Carsten Körnig, presidente de la mayor asociación solar de Alemania (BSW-Solar) también criticó los resultados. En su opinión, las mayores desventajas para los promotores alemanes residen en las restricciones de uso del suelo para el desarrollo de proyectos de generación de energía renovable. Dichas restricciones encarecen la realización de nuevas instalaciones y pueden dejar fueran de concurso a promotores alemanes en subastas internacionales.

La UE espera de Alemania que el 5% de las nuevas capacidades renovables que salgan a subasta estén abiertas a la participación de países vecinos. En el futuro este porcentaje podría crecer hasta el 15%.

Harald Uphoff es partidario de que tales subastas se realicen sólo de de forma voluntaria. También recomienda a la EU que se creen los mecanismos que contribuyan a la creación de un sistema de abastecimiento de energías limpias descentralizado y cercano al consumidor. A su entender, la celebración de subastas fotovoltaicas transfronterizas dentro de la UE no es apropiado para alcanzar dichos objetivos.